Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 18, 8-21

8 La batalla se extendió por todo aquel contorno y aquel contorno y
aquel día devoró el bosque más hombres que la espada.

9 Absalón se topó con los veteranos de David. Iba Absalón montado
en un mulo y el mulo se metió bajo el ramaje de una gran encina. La cabeza
de Absalón se trabó y quedó en la encina colgado entre el cielo y la tierra,
mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió adelante.

10 Lo vio un hombre y se lo avisó a Joab diciendo: «He visto a
Absalón colgado de una encina.»

11 Joab dijo al hombre que le avisaba: «Y viéndole ¿por qué no le has
derribado allí mismo en tierra, yo te habría dado diez siclos de plata y un
cinturón?»

12 El hombre respondió a Joab: «Aunque pudiera pesar en la palma de
mi mano mil siclos de plata, no alzaría mi mano contra el hijo del rey, pues
ante nuestros oídos te ordenó el rey, a ti, a Abisay y a Ittay: “Guardadme al
joven Absalón.”

13 Si me hubiera mentido a mí mismo, expondría mi vida, pues al rey
nada se le oculta y tú mismo te hubieras mantenido aparte.»

14 Respondió Joab: «No voy a estarme mirando tu cara.» Y tomando
tres dardos en su mano los clavó en el corazón de Absalón, que
estaba
todavía vivo en medio de la encina.

15 Luego se acercaron diez jóvenes, escuderos de Joab, que hirieron a
Absalón y lo remataron.

16 Joab mandó tocar el cuerno y el ejército dejó de perseguir a Israel,
porque Joab retuvo al ejército.

17 Tomaron a Absalón, le echaron en el bosque en un gran hoyo y
pusieron encima un gran montón de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a
su tienda.


18 Estando en vida, había decidido Absalón alzarse la estela que está
en el valle del rey, pues se había dicho: « No tengo hijo para perpetuar mi
nombre», y había puesto a la estela su mismo nombre. Se llama «La Mano
de Absalón», hasta el día de hoy.

19 Ajimaas, hijo de Sadoq, dijo: «Voy a correr y anunciar al rey la
buena noticia de que Yahveh le ha librado de manos de sus enemigos.»

20 Pero Joab le dijo; «No serás tú hombre que dé buenas noticias hoy.

Otro día las darás; hoy no las darás porque el hijo del rey ha muerto.»

21 Y Joab dijo al kusita: «Anda y anuncia al rey lo que has visto.» El
kusita se postró ante Joab y partió a la carrera.